lunes, 14 de septiembre de 2015

El artista (sujeto) y la musa (objeto).

A raíz de: http://laluzultraviolenta.blogspot.com.es/2015/04/croma.html

Sobre los roles de género en el arte.

Históricamente, el hombre ha interpretado un papel activo en el arte, mientras que la mujer ha sido relegada a un rol instrumental, pasivo, como musa o modelo.

La fragua de Vulcano (1630), Velázquez
La fragua (1812-1819), Goya
La mayoría de los retratos y esculturas masculinas representan a hombres fuertes, poderosos, atléticos, normalmente portando instrumentos o herramientas que indican su actividad.

Autorretrato, Van Gogh
Autorretrato (1907), Picasso
Las meninas, Velázquez
Autorretrato, Dalí
Mientras, los autorretratos nos muestran a los artistas con mirada profunda, reflexiva, sabia o en plena acción creativa.

La maja desnuda (1797-1800), Goya
Olympia (1863), Manet
En contraposición, en los retratos femeninos, las mujeres aparecen posando, totalmente entregadas, normalmente con las manos vacías y mirando al frente, es decir al pintor, alguna veces una mirada inocente, otras lasciva, sabiéndose deseada por el artista y por el observador externo.

Nacimiento de Venus (1482-1484), Boticelli
Discóbolo (~455 a.C.), Mirón 
Mientras que los hombres son duros, activos, inteligentes y talentosos, ellas solo pueden aspirar a la fertilidad y una belleza cándida, pero candorosa. La desnudez femenina implica vulnerabilidad o erotismo, mientras que la desnudez masculina es la reafirmación del poder del hombre.

Escenas de La vie d'Adéle y Titanic
Estos patrones están normalizados, naturalizados, interiorizados. Por ejemplo, La vie d'Adéle, en la que el papel de sujeto artístico lo ocupa una mujer, repite los patrones heterosexistas. Así, podríamos cambiar a Emma (artista) por Jack y a Adéle (musa) por Rose y sería la misma escena, una y mil veces repetida.

Las artes visuales contribuyen a la hipersexualización y la construcción de una visión masculina del cuerpo femenino. Los cuerpos representados son los cuerpos deseados por el artista y la sociedad o forman tal deseo, es decir, el arte figurativo y los cánones de belleza femeninos se retroalimentan. Así, aumenta la presión estética hacia la mujer y la invisibilización y opresión de los cuerpos no normativos. Debido al proceso de objetificación, el cuerpo femenino, que se identifica con la totalidad de la mujer, solo tiene valor en cuanto a su belleza, definida por patrones externos.

Una vez estudiada la relación artista-musa, quiero señalar dos vías de subversión de los roles artísticos: la conversión del objeto en sujeto y la conversión del sujeto en objeto.

Como ejemplo del primero, podemos estudiar la obra de Cindy Sherman (Glenn Ridge, New Jersey, EEUU, 1954). En sus History Portraits, reintrepreta o se reapropia de la historia del arte, masculinizada. Además, al autorretratarse define su propia identidad y la visión de su cuerpo, mostrándose cómo ella decide.

Baco enfermo (1593), Caravaggio
Untitled #226 , Cindy Sherman 

Otro ejemplo más claro e intencionado es el de Guerrilla Girls, un grupo de artivistas de Nueva York formado en 1985. Su símbolo característico es la máscara de gorila (juego de palabras por la pronunciación similar de "guerrilla" y "gorilla" en inglés), con la que se muestran en público y en sus obras. Sus identidades reales son desconocidas y utilizan como pseudónimos nombres de otras artistas (Frida Kahlo, Alma Thomas, Rosalba Carriera, Lee Krasner, Kathe Kollwitz...).

Guerrilla Girls

Desde su creación, las Guerrilla Girls originales y sus herederas, han denunciado la desigualdad en el mundo del arte, la invisibilización y olvido de las artistas y de los artistas de color, la objetificación de la mujer...

Odalisque (1814), Ingres
2012, Guerrilla Girls
Como podemos ver, en algunas de sus creaciones también se da una reapropiación de las obras históricas y de la visión del cuerpo femenino, aunque de forma más violenta e inequívoca. Ambas comparten el tono satírico y ambas ponen en la diana al arte.

El arte no es neutro, como no lo es la ciencia, ni ninguna rama del conocimiento. El arte ha estado históricamente centrado en la perspectiva del hombre blanco heterosexual y ha de ser sometido a crítica y autocrítica. Debemos repetirnos: ni el artista ni su creación son sagrados. Esto conecta con la segunda vía.

En esta línea, hay un artista que me interesa especialmente y que subvierte el rol masculino, retratandose a sí mismo y a otros hombres, desnudos, en posiciones retorcidas, vulnerables, cuerpos alejados del ideal. Es Egon Schiele (Tulln, Austria, 1890), pintor del expresionismo austríaco y discípulo de Gustav Klimt.

En la Viena de principios de siglo había un interés creciente por la psiquiatría, que derivaría en el nacimiento del psicoanálisis (Freud, Jung...). Schiele, como otros artistas coetáneos, estuvo influenciado por la 'Nouvelle Iconographie Photographique de la Salpetrerie', una publicación en la que se mostraban fotografías de pacientes del hospital homónimo, predominantemente hombres, afectados por enfermedades del sistema nervioso.

 Los retratos y autorretratos de Schiele fueron probablemente inspirados por pacientes de distonía, un trastorno del sistema nervioso central que produce desfiguraciones corporales y el cual puede que él mismo padeciera.

Autorretrato (1917), Egon Schiele
Autorretrato(1910), Egon Schiele

Fuera como fuera, Schiele, en sus autorretratos, juega el papel de sujeto y objeto, artista y muso, y se muestra desnudo, enfermo, humano, sometido a la mirada del observador externo.

Desnudo masculino con taparrabos rojo (1914), Egon Schiele
Mime Van Osen con los brazos cruzados (1910), Egon Schiele
En sus retratos, Schiele toma como modelos tanto a hombres como a mujeres. El desnudo masculino es poco común en el arte figurativo, salvo en la representación de personajes clásicos. Schiele retrató a su amigo Erwin Dominik Osen (mimo, escenógrafo, pintor), también conocido como Mime van Osen, explícitamente desnudo, en posturas retorcidas, como las que vemos en sus autorretratos. Schiele no solo se convierte en sujeto de su propio arte, sino que al representar la desnudez masculina unida a la enfermedad, rompe con los imperativos masculinos (fuerza física, poder...).

Aunque Egon Schiele no pretendiera desmontar los roles de género, a mi parecer, abre un camino interesante de acción creativa para los artistas feministas/aliados del feminismo.

Como conclusión, es importante recalcar la relevancia del arte y la cultura en la transmisión y perpetuación de los roles de género, y también, en oposición, su capacidad para subvertir, crear, transformar la mentalidad social. Demos espacio, rescatemos, busquemos, creemos, participemos de este último arte contra roles y dogmas, el arte ha de ser, siempre, interrogante.

BIBLIOGRAFÍA

Las mujeres desde el marco. La doble visión de las mujeres en la imagen artística y la cultura visual, Silvia Martínez Cano. http://www.raco.cat/index.php/DossiersFeministes/article/viewFile/292385/380910

Neurological disorders in famous artists. Part 3 (2010). Bogousslavsky J, Hennerici M.J., Bazzner H, Bassetti C. https://books.google.es/books?id=Iak6AQAAQBAJ&dq=mime+van+osen&hl=es

Guerrilla Girls: http://www.guerrillagirls.com/

martes, 8 de septiembre de 2015

Biografía de un mesías

"Poder de la disciplina. Poder de la comunidad. Poder de la acción"
La Ola. Ignacio García May.
"Fuerza a través de la unidad. Unidad a través de la fe"
V de Vendetta.
"La guerra es paz, la libertad es esclavitud, la ignorancia es la fuerza"
1984, George Orwell.

Poder. Disciplina. Comunidad. Acción, Fuerza. Unidad. Fe. Guerra. Libertad. Ignorancia.

"Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros"
Rebelión en la granja, George Orwell. 

Igualdad.

Fascismo. Manipulación. Miedo.
Cainismo. Odio. Homogeneidad.
Desconocimiento. Verticalidad. Castigo.
Violencia. Represión. Fundamentalismo.
Líder. Doble moral. Racismo.
Nacionalismo. Frontera. Deshumanización.
Enemigo. Silencio. Populismo.
Miedo. Mesianismo. Un mundo mejor.
Olvido. Deformación. Eslogan.
Símbolo. Silencio. Muerte.
Jerarquía. Miedo. Unidad.

Nacimiento

Ha nacido un mesías. Ha nacido, en tu cuerpo, un grito, un extraño, un feto que se expande en todos tus órganos. Ha nacido un bulbo metastásico, que ya te enturbia los ojos y te los inyecta en sangre estanca. Ha nacido, en tu cuerpo, un brote de odio, un brote que satisface el hambre. Un brote de virilidad, un orgasmo. Tu cuerpo, satisfecho, por este alien que le alimenta, que le da poder. Ha nacido el poder. Ha nacido el poder y te libera. Te libera, te alza, te diferencia y a la vez te une. 

Ascenso

Y ya los cuerpos alzan sus brazos, sus alas, y ya alzamos los brazos, nuestras alas. Y ya saludamos al Sol de un nuevo día, al Sol que ilumina un mundo mejor. ¡Mira al pueblo alzando sus cuerpos, que se entrelazan, hacia el cielo! ¡Es casi uno, un solo cuerpo que se eleva! ¡Ha nacido un mesías! ¡Hemos renacido en el cuerpo de El Mesías! La unidad, la cooperación nos han conducido, por fin, a la simbiogénesis, al fin de la Historia. ¡Ha nacido el nuevo mundo! 

Caída

Siento al Mesías alejándose de mi cuerpo, abandonándome. Siento mi cuerpo, lo siento mío, quedándose atrás en el vuelo.  No puedo mirar a mis lados, ni al suelo.  El Mesías sigue elevándose y me obliga a mirar a él, a mantener alta la barbilla. Siento el aire erosionando, quemando mi piel, los oídos comprimidos, estallando a cada instante. Siento la caída inminente, mi cuerpo fracturándose, quebrándose, rompiéndose en mil esquirlas del golpe. Tengo miedo. Miedo de caer. Veo otros cuerpos alzándose sobre mí y el Mesías cada vez más lejos. Y entonces, simplemente, caigo. Caigo e intento gritar, pero el viento me acalla. Intento agarrarme a sus cuerpos, pero ellos se muestran impasibles o se zafan de mi brazo violentamente para seguir ascendiendo. Caigo, inevitablemente. Me dejo caer. 

Aterrizo sobre el campo de cuerpos, que se extiende inmensurable en todas direcciones. Algunos ya se descomponen en un mar de moscas. Llevan aquí tanto tiempo. Nunca ascendieron. Murieron enfermos del Mesías. Nos aupamos en sus hombros para alzarse al vuelo. Y allí quedaron. Olvidados. Muertos.

 Ahora siento el hambre. Ahora siento el vacío. Ahora siento el dolor. Ahora siento la náusea. Me acurruco en esta pila de cadáveres, esperando la caída.

Fecundación

Hemos fecundado, en nuestras probetas, en nuestras cadenas de montaje, al mesías. Hemos concebido, en nuestras camas, al mesías. Hemos diseñado cada pieza y les hemos dado nombre.  El mesías no es un producto del azar. El mesías es la realización de la utopía. El mesías es la voluntad extrema de poder, de superioridad, de fuerza, de control. El mesías nació en nuestros cuerpos, fruto de esa voluntad. Le ofrecimos nuestro cuerpo. Lo hospedamos. Lo alimentamos. Lo dejamos crecer.

Ahora, debemos destruir a nuestro mesías. Debemos destruir nuestro poder. Debemos destruir al Mesias. Debemos destruir el Poder.